I LAM > > Me recuerdas a alguien < <

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La anécdota cuenta que - cuando se conocieron - el malagueño después de escudriñar algunos trabajos le espetó un :

“ Me recuerdas a alguien” . . . :

¡ “ a mí ” !


No era para menos la exageración andaluza, pero daba para más.
Más acá de las analogías, paternidades y genealogías de aquella época, inauguramos este proyecto S. A. C / BLOG con entradas en las que nos permitimos recordar siempre a algún Maestro. Dado nuestro “métier” , se privilegian a Pintores, pero sin excluir por ello otras manifestaciones y combinaciones , teniendo en cuenta que la desfrontalización de la pintura como concepto y su implícita expansión, desde hace mucho ya brindan otros ricos horizontes. Tratamos simplemente ver analogías, confrontar obras, procesos y actitudes , pasadas y presentes , buscando nuevos incentivos y está especialmente dedicado a los miembros de los talleres del Nivel I .


La pequeña historia viene en nuestra ayuda fijando en esta oportunidad , algo respecto del dibujo, ( aquello tantas veces denigrado , tanto o más que la pintura ) y que sin embargo, continúa siendo la “línea con memoria” que se renueva constantemente, que se deja visitar, que más aún, como huella o marca ( “ mnemotécnica” ) sobre un soporte , nos dice sin posibilidad de engaño alguno, dónde estamos parados, qué estamos sabiendo, conociendo, cuánto descifrando y muchas veces empuja a adecuarse a lo que se está develando, descubriendo, cada vez que quitamos las capas , los velos que recubren aspectos de lo que convengamos en desnudar como “realidad”. No voy a detenerme aquí en las diferentes definiciones de lo que Real es ni en las “múltiples realidades” , sino en las aristas de lo que estaría por descubrirse, ya que lo interesante es siempre aquello que “ estaría por venir “ y se articula desde un oficio elegido libremente.

Digamos que estamos planteando una problemática en un territorio donde las fronteras, están abiertas, son maleables y modelables.
Para que ello sea posible, es decir para que se de una huella con memoria, lo primero a comprender , es precisamente la dimensión del recuerdo , que es lo que no puede perderse. Dicho de otro modo : ciertos niveles de conciencia, en lugar de coartar posibilidades, las puede ampliar significativamente. Sobrados ejemplos hay de los “grandes inconscientes” que pregonando una cierta “libertad” , terminaron por auto-reproducirse hasta el hartazgo , naufragando hasta en multifacéticas reiteraciones .

La línea, nueva, inédita, con recorridos justos, con una altura y una modulación que determinen a la vez el espíritu y el ADN de quien la crea y ejerce, debe recordar y re-conocerse en otras para abrirse camino hacia nuevos universos y en los casos más modestos , asegurar y confirmar los conocidos. Desde allí y no desde la nada , es que trabajamos para formatear “ un vitae “ de apenas 40 mil años o más . . .




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